.:::Ellos estan mejor sin ti:::.||||Muryo - Free||||

Comencé mi recorrido por el ala sur sin mucho interés, al parecer era uno de los sectores más amplios del hospital así que me tomaría algo más de tiempo ver en su totalidad lo que contenía. Eche un rápido vistazo a las habitaciones, todas pintadas completamente de blanco dándome algunas ideas sobre juegos que tendría que poner a prueba, todo a su tiempo fue la respuesta que autoimpuse sobre esos pensamientos, reanudando de esa forma mi caminar. Finalmente el edificio llego a su fin y tan solo el frondoso pasto se alzó ante mi vista, un lugar bastante descuidado, aunque a pesar de ello el contrastante color daba un grato respiro a la vista ya agobiada de tanto blanco. El caminar se me dificultaba a causa de los pequeños en algunos casos o grandes obstaculos que se escondían bajo la hierva, haciendo que tropezara en más de una ocasión. Cuando estaba levantandome por tercera vez observe en mis palmas rojas manchas, al acercar las manos a mi boca para laver el líquido pude notar que todavía estaba tibio, una sonrisa se delineo en mis labios al percatarme de este detalle, no estaba solo y quien me antecedía estaba muy cerca.

Continue mi recorrido esperando encontrarme de un momento a otro con el dueño de esa sangre, siguiendo lo poco del rastro que ancanzaban a distinguir mis ojos con algo de dificultad. Llegando ya al final del amplio patio pude divisar una muralla, probablemente la que impedía a personas como yo escapar, al bajar más la vista me encontre con la sorpresa que deseaba. Me acerque con cautela, realmente no sabía si esa persona estaba dormida o no pero era importante que no se percatara de mi presencía al menos aún. Estando ya lo suficientemente cerca cubrí su boca con una de mis manos mientras que la sostenía con la otra impidiendole moverse.

Le tomo algo más de lo que imaginaba reaccionar, entonces supe que en realidad estaba dormida; un despertar algo abrupto para ella sin duda pues en cuanto abrió los ojos la desesperación se hizo presente, me divertía ver como inútilmente forcejeaba intentando que la soltase, las lágrimas escurriendo por sus ojos lo hacían de alguna manera más interesante. Acerque más mi rostro hasta que mis labios quedaron a poco más de un centímetro de su oído.
-¿Te parece este un buen sitio para dormir?- le susurre para luego tirar de su lóbulo con mis dientes mientras deslizaba mi mano de su boca hacía su cuello, apretando un poco.

Se resigno más pronto de lo que hubiese deseado, tan solo verla llorar y temblar no era para nada atrayente. Como ya tampoco se movía o forcejeaba introduje la mano con la que antes la sostenía entre mi ropa para sacar una pequeña navaja de tamaño algo mayor a un bisturí que había obtenido de mi visita al ala oeste, la cual acerque a su rostro clavandola apenas lo suficiente como para hacer un corte superficial en su mejilla.
-Juguemos entonces- dije en tono algo más alto para luego lamer la sangre que había en su rostro.

Me fue posible notar que se ruborizaba probablemente producto de mi cercanía, aquello en realidad no me importaba en lo más mínimo y poco significaba frente al juego que tenía pensado para ella. Tampoco le dí mayor significancia a que se apartara, estaba inquieta después de todo; que ya no llorase no implicaba que debiese estar más calmada, si lo hacía algo más interesante. Me tomo por sorpresa al empujarme e inevitablemente caí de costado sobre el pasto golpeando mi brazo en una piedra rasgando la manga de mi ropa y haciendo también que sangrase ligeramente, me incorporé lo más rápido que pude y al volver la vista hacía ella me percate de que yacía sentada sobre el suelo. Cerré rápidamente los ojos al caer algo sobre mi rostro, limpiandolo con las manos me di cuenta de que era pasto, la mire fijamente acercandome a pequeños pasos hacía ella.
-Soy Mahiro, Mahiro Kurosaki y no hay una razón en particular para que este aquí, como tampoco la hay para que no lo este. Simplemente busco con que jugar- dije calmadamente acercandome cada vez más a la joven.
-¿Y tú eres?- no tenía un real interés en averiguarlo fue algo que pregunté más que nada por inercia. Estando lo suficientemente cerca me agache frente a ella manteniendo su rostro frente al mio sujetandola por el mentón.

Analice un momento su rostro mientras escuchaba su nombre, por alguna razón me parecía familiar, no me cabia duda de que había oído ese nombre antes; brevemente hice memoría observando cada detalle que pudiera tener su rostro por si de alguna forma me ayudaba a recordar. Me repetí mentalmente su nombre otra vez Yuina Miyu...
-Huhmm... - una sonrisa se delineo por mis labios al finalmente lograr recordarlo. -Así que tu eres Yuina Miyu, será un gusto compartir habitación contigo.- por más que la mirase se negaba a encontrar sus ojos con los mios, por lo que comenzaba a dejar de ser atractiva la idea de continuar intentandolo. De pronto se inquieto sin que le hiciera absolutamente nada, sentí un ardor en mi brazo, ella estaba tocando mi herida aunque más que eso mismo me sorprendía como ya no le imporaba tener que mirarme o lo cerca que estaba. Una muy suave risa proveniente de mi se hizo presente, me causaba algo de gracia, tal vez por qué no lograba entender esa reacción después de todo había cortado su rostro, la había hecho sentir en peligro entonces ¿por qué se disculpaba? era absurdo. Cubrió mi herida con sus manos y tan solo me límite a sonreírle, era una persona extraña, seguramente encontraría otra forma de jugar con ella.
-También tu estás herida- le dije en tono tranquilo señalando con el indice su rodilla. -¿No te duele?- volví la mirada a su rostro esperando para ver su expresión.

No parecía en lo más mínimo preocupada, es más ni siquiera se había percatado de la misma, suspire al oír que reía llevándome una de las manos a la frente y posándola allí, ya no me quedaban dudas de que era una persona de lo más extraña después de todo en un lugar como este sería lo más normal del mundo que estuviese rodeado de gente completamente incomprensible, pensamientos como ese me hacían preguntarme cómo es que termine aquí. Volví la mirada hacía ella al dejar de reír, su tardía respuesta demostraba que apenas prestaba atención a lo que le decía, a pesar de que esto en realidad no me molestaba fácilmente podría volverse algo tedioso. Sin inconveniente alguno tocaba mi rostro como si fuera lo más natural sonriéndome como solo una persona solía hacerlo, necesitaba apartar mi mente de esos pensamientos. Analice brevemente la herida en mi brazo, no sangraba demasiado así que solo di una vuelta sobre ella con lo que sobraba de manga y la amarre haciendo algo de presión, de esa forma la sangre dejo de escurrir por mi muñeca, deslice un par de dedos por la hoja de la navaja limpiándola para luego volver a guardarla entre mi ropa. Lamí un poco del líquido sobre mis dedos y el resto lo limpie en la yukata.
Alguien a quien le alegra mi compañía… -Hmm… será divertido.- articule en tono bajo más para mi mismo dejando caer mi peso sobre la hierba junto a ella, alzando la vista al cielo sin mucho interés en lo que había en él, recordando las incontables horas utilizadas de la misma manera.

Me quede por un tiempo más inmerso en mis pensamientos, sin prestar demasiada atención a lo que ella hacía, más bien podría decirse que apenas y le hacía caso pero como los minutos continuaban transcurriendo y seguía sin pronunciar palabra alguna no había mucho de lo que pudiese llegar a perderme. Observaba las nubes maravillandome muy rara vez con una que otra que poseía una forma curiosa, el cielo comenzaba a cambiar de tonalidades volviendose cada vez más anaranjado, un paísaje bastante tranquilo por no decir aburrido. Hice una casí imperceptible mueca ante la idea de que todos los días que me restaban en ese podrido lugar pasaran de la misma forma, cerré los ojos intentando disipar también esas ideas cuando de improviso sentí que apretaban mi muñeca, no le prete atención hasta que sentí algo de presión sobre mi cuerpo, de inmediato abrí los ojos para al hacerlo encontrarme con su rostro frente al mío tocando además mi nariz con la propia sujetandome por ambos brazos en un intento por retenerme. Le dí el gusto de tenerme inmóvil por un momento sin siquiera forcejear, escuchando lo que tenía para decirme. Reí un poco, su pregunta me causo algo de gracia.
-Lo que para ti es valentia para mi no es más que desinterés, no hay algo en particular que considere importante o por lo que sea necesario preocuparme, aún lo que a mí mismo me suceda me tiene sin cuidado.- pronuncie esas palabras de forma fría como desapegandome de las mismas al igual que lo hacía con todo lo demás mientras todavía sentía su aliento sobre mi oído, forcejeé con ella y logre liberar mis manos, aprete un poco su rostro contra mi cuello empujando su cabeza con mi mano izquierda jugueteando con mis dedos entre sus cabellos antes de soltarle.

Definitivamente ella era incapaz de comprender además lo que pasaba por su mente era un completo misterio y tampoco estaba de animo como para intentar desentrañarlo, aquello en definitiva no tendría utilidad una vez me deshaga de ella fuera por lo pronto o no. De lo que si había podido darme cuenta era de su al parecer creciente "curiosidad" por mi cuerpo, ya no satisfaciendole tan solo mirar o jugar con mi rostro recorría sin el menor reparo todo mi dorso con los dedos provocando que apenas se me escapara un pequeño suspiro al presionar uno de mis pezones. ¿Hasta dónde llegaba su inocencia? ¿intentaba despertar en mi algún tipo de deseo o solo aprovechaba la oportunidad para juguetear? Eran algunas de las interrogantes que no podía evitar plantearme a pesar de que no me preocupaba en absoluto cuanto me tocara o me besara. Le oí repetir otra vez una de las palabras que con anterioridad había pronunciado, por alguna razón en particular le era de lo más divertida, sin embargo la frase que pronuncio más tarde me intrigaba mucho más.
-¿Disculpa? hasta donde se no estoy al servicio de nadie, mucho menos de quien cree puede puede tocarme de forma gratuita y tan casualmente- hable con un tono que denotaba algo de fastidio, actitud que se vio fortalecida por la expresión en mi rostro.
-Tendrás que atenerte a las consecuencias de tu juego... - una sonrisa cargada de malicia se formo en mis labios a la vez que acercaba mi rostro hasta su cuello para luego de lamerlo un par de veces, morderlo con la suficiente fuerza como para marcar mis dientes en él.
-¿Qué estas dispuesta a darme a cambio de mi ayuda?- susurre con mis labios junto a su oído, lamiendo luego su costado y su lóbulo mientras pasaba mi brazo por detrás de sus caderas atrayendola y presionando su cuerpo más contra el mío.

Ya su forma de ser de actuar y hasta de hablar era un completo misterio, podía ser hasta molesto como decía con toda frialdad que no estaba al servicio de nadie, pero la frase siguiente me conmovió… ¿gratuitamente? Él me había hecho un pequeño corte en mi mejilla y yo era la de tocarlo gratuitamente… no pude evitar sonreír y recibir cada caricia que venia con una frase mas motivadora “tendrás que atenerte a las consecuencias…” era excitante como podía tocarme con tanta delicadeza y producirme tan electrizante sensación.
Su roce me gustaba, pero al preguntarme aquello, quede pensando que no era lo suficiente. Quería aunque sea una sonrisa amable de su parte, no una fingida. Algo más interesante, sin duda mi verdadera personalidad salió a flote con la primera caricia de su parte. Ya mis instintos se podrían básicos si sigo intentando saber más de él…
Ladee mi cabeza a un lado y jugué con sus oblicuos pasando mis manos hasta su pelvis, no pude mostrar emoción alguna por el roce. Que estaba dispuesta hacer por su ayuda… sin duda tenia muchas ganas de tener a alguien en quien apoyarme en mis momentos de fragilidad, pero estaba dudando si él se prestaría para algo tan básico como ello.
-Nada- respondí, dejando de acariciarlo y dejándome caer al pasto para luego pararme y poder observa con su totalidad el lugar. Lo mire un instante y sonreí, aunque sea fingido.
-Me pareces interesante, pero si no quieres, lo buscare sola, no te necesito…- mis palabras sonaron crueles, y después de decirlas ya me había arrepentido, en todo caso ya no podía echarme para atrás, necesitaba descansar y pensar claro… quizás él me confunda aun más…
…Teddy, donde estará, estaba segura que lo tenía cuando me vine a este sitio…