Devilish Kidnapper [PRV]

No había pasado mucho tiempo de la ultima visita que le había realizado el medico, entre berrinches y delirantes comentario, además de una extrema oposición por consumir los medicamentos, que según el personal a cargo, le harían mejorar, nada parecía convencerlo, pero sus muñecas se encontraban mas marcadas que de costumbre y su incapacidad de percibir la realidad parecía ir empeorando, su enfermedad no demostraba alguna avance. De a poco los doctores comenzaban a dejar de lado su caso y enfocarse en otras prioridades, cosa que poco le preocupaba al rubio, pues él seguía en su mundo, rodeado de sus fantasías e imágenes que no eran mas que una kimera de lo que deseaba ver en realidad en el mundo que le rodeaba. Sus pasos uno tras otro, contando los sócalos del suelo, un andar animado y lánguido, encaminado a un lugar en concreto. Qué mejor lugar que el amplio jardín del hospital para dejar fluir aquella imaginación desbordante, un andar despreocupado por los pasillos, hasta dar con aquella puerta de cristal, que dejaba entrar la luz y la imagen de las flores, empujo la mismas y se quedo allí, observando todo, mientras su mente trabajaba por si sola, murmuraba alguna que otra palabra incomprensible, las mismas que nadie escuchaba, pues se encontraba solo, como solía ser su costumbre, jugando con las sombras imaginarias que aparecían frente a si.-

No fue algo de que sorprenderse sentir como alguien lo abrazaba por la espalda, mas aun, pensaba que era otra de sus imaginaciones, claro que él no lo entendía de esa manera, una gran sonrisa se figuro en su aniñado rostro, aquella palabra, un juego, ciertamente algo por lo que podría negarse, aunque las palabras no lograron salir de su boca, logro sentir como el torrente de su sangre viajaba mas presuroso por su cuerpo, mas no sintió el pinchazo ni nada que pudiera efectuarle dolor alguno, es mas, le divertía escuchar aquellas palabras, le observo de reojo, un rostro que no se le hacia familiar, una voz que le dejaba un leve escalofrío por su cuerpo, y una risa inconsciente saliendo de sus labios.-…juguemos…-susurro apenas consiente de lo que decía, sintiendo como poco a poco sus ojos comenzaban a pesarle, y sus extremidades se tornaban mas pesadas, un simple jalón lo puso en movimiento, como si de una verdadera muñeca se tratara a merced de aquel ser, sus pies comenzaron a avanzar de manera torpe, arrastrándose cada vez mas a medida que el efecto de aquella droga recorría su cuerpo, haciéndolo mas torpe, se trastabillaba y reía por lo mismo, escuchando las palabras traídas por el viento.-

Jugaremos…que tipo de juego, Sui esta curioso…-susurro con dificultad, sintiendo que la lengua se le trababa al hacerlo, mirando con los ojos entrecerrados, aquella carpa y a medida que avanzaban, todo en su interior, las butacas de las gradas, el ambiente bastante derruido, pero que ante sus ojos se mostraban bellos colores, brillante amarillo y furioso rojo en el cielo raso del lugar, mientras era colocado sobre uno de los asientos, su mirada divagaba por todos lados, ante aquello tan nuevo, no había salido antes del hospital y dudaba hacerlo, pero aquella persona le estaba mostrando algo maravilloso ante sus ojos, lo cual hacia que le costara horrores concentrarse en lo que le decía, prestando atención al momento de escuchar aquellas palabras, saldría al escenario, sería parte del espectáculo de ese día, ciertamente le emocionaba, sus manos dieron un par de aplausos, mientras su cabeza asentía a lo dicho, sus ojos se abrieron un poco mas de lo común, sus labios sintieron aquel dulce entre ellos y subió su mano para atrapar el cabo de la paleta, sus pies se comenzaron a balancear al ritmo de aquella tonada.-

Ladeo la cabeza ante aquella reverencia e inclino apenas la cabeza, balanceando así sus lánguidos bucles, la paleta apenas apoyada sobre sus labios, atontado por la imagen frente a si, aunque claramente se encontraba en ese estado de semi ensoñación, producto del sedante, algo que desconocía. Se quedo un momento pensativo, levantando apenas su cuerpo de la butaca, buscando de esta manera ver mejor aquellos brillantes objetos, dibujando una inocente sonrisa sobre sus labios, señalo con la mano que no sostenía el cabo de la paleta, un bisturí en particular, uno con la punta bien puntiaguda, desde abajo hacia arriba, se encontraba en segundo lugar.- Ese, ese me gusta…estamos de acuerdo?.-comento, mirando a los lados, como si mas personas se encontraran en aquella carpa, regresando la mirada al frente, son una sonrisita, tomando asiento nuevamente, comiendo de la paleta, con la mirada atenta, esperando ver como continuaba el espectáculo, no podía evitar esa expresión aniñada de su rostro, como participe de un gran espectáculo, emocionado y curioso por saber cuando le tocaría su turno de salir a escena.-

Su mirada se encontraba atenta a cada movimiento del ser frente a si, aquellos gestos y euforia que ponía por su elección le hizo sonreír ampliamente y aplaudir al unisonó, su cabeza afirmo seguido, quería ver que haría con aquellos pequeños objetos que destellaban cuando se chocaban con la luz, le fascinaba y animaba, no podía esperar, por lo que un ligero puchero se figuro sobre sus labios al notar como se formulo una pausa en la actuación, levanto apenas su cuerpo del asiento y haciéndose visera con una de sus manos, siguió con la mirada el camino del contrario, ladeando un tanto la cabeza, al no poder apreciar lo que estaba haciendo, mas cuando reapareció con una compañía, una dama bastante mal trecha, pero que aun conservaba ese toque femenino, no solo dibujo una expresión de sorpresa sobre su rostro, sino que se alegro.-

Tomo asiento una vez más, acomodando su ropa de manera que no se arrugara, por mas que la tierra de aquellas butacas lograra manchar la tela, junto sus manos dejándolas sobre su pecho, una vez mas la atención adormilada sobre cada cosa que se mostraba frente a si, un delicioso show del que nunca antes había sido participante. Sus pies se balanceaban ansiosos, notando como la joven quedaba atada sobre aquella silla, una bella asistente del dueño del circo, creía él, dejando de lado toda acción macabra que se podía percibir, inconsciente completamente del terror plasmado en el rostro de la mujer, pero algo contrariado por la ausencia de sonrisa sobre los labios ajenos, ignoro aquellos y continuo atento, seguramente una parte mas de aquel acto que era invitado a presenciar. Sus manos aplaudieron nuevamente al ver el filo del bisturí en alto.-

Mordió un tanto sus labios a la espera del desenlace, sus ojos se abrieron en mayor medida, en ellos brillaba la ilusión de un niño al acabar un truco de magia, la expectativa, la emoción de ver aquellos movimiento certeros y el quejido de la mujer que adornaba el final del comiendo del show, no pudo mas que aplaudir, festejar aquello, mientras su cuerpo tambaleante se ponía de pies, intentando mantener el equilibrio, terminando por sentarse una vez mas sobre la butaca, riendo animado, mientras su atención de alguna manera se posaba sobre aquel liquido que comenzaba a emanar por los lados del instrumento, se quedo perdido en aquel rojo, aun mas intenso que en la realidad ante sus ojos, llevando la atención al maestro de ceremonia del día, quien parecía dirigirle la palabra.-

Sonrió, y llevo su dedo índice, apoyando el mismo sobre su labio inferior, como pensando cual de todos aquellos brillantes objetos continuaría en la rutina, mientras mas se tardaba, mas sangre parecía abandonar a la chica y el dolor de la misma parecía ser mayor, levanto su mano temblorosa y señalo la mesa donde se encontraban reposado todos aquellos.- El primero, el primero!~-anuncio animado, con una sonrisa que reemplazaba su expresión de pensamiento, observando aquella punta, aunque mas gruesa que del que anteriormente había escogido, no carecía de encanto para el joven, quien parecía tener, especial preferencia por los objetos punzantes, siéndole bastante indiferente los demás, los cuales dejaría para el final.-

No podía describir con palabras el éxtasis que le provocaba aquel espectáculo, lo mejor, lo mejor que había visto en toda su vida, el color carmín de la sangre brotando del hombro de la joven, las palabras del anfitrión, todo lo envolvía poco a poco en un espectáculo macabro, que en su inocencia era incapaz de discernir. Los gritos efectuados por la joven lograban sobresaltarlo ligeramente, la expresión de sufrimiento que mantenía inmutable sobre su rostro, solo le agregaba más suspenso al acto y lo dejaba con ganas de más, saber hacia dónde iría todo aquello y como terminaría, sus palas chocaban entre sí en un compás único, mientras en su cabeza se figuraba toda la tribuna llena, aplaudiendo junto a él el espléndido espectáculo.- Asombroso, asombroso!!.-anuncio animado sin dejar de aplaudir, animado, ansioso y sobrexcitado por las emociones provocadas, más el sonido proveniente de sus manos se fue apagando, mientras el resto del imaginario público lo hacía también.-

Observo lo que hacía ahora el dueño del circo, su espalda, mas esta no le dejaba ver a la joven que parecía continuar sollozando, lo cual tenía sin cuidado al pequeño rubio, quien ladeaba su cuerpo, buscando ver por uno de los costados del anfitrión que era lo que se encontraba pasando, escuchaba su risa lo que lo ponía más ansioso por saber y le llenaba de intriga, una vez la joven quedo expuesta nuevamente ante su público atento, pudo notar la pintura sobre su rostro y como apenas un poco de la misma chorreaba por su mejilla, debido al llanto y la traspiración, rió, rió con un tanto de fuerza, llevo una de sus manos para frotar sus ojos un tanto cansados, haciendo su mayor esfuerzo para mantenerlos abiertos y evitando perderse de alguna manera, ni un solo minuto de aquel show. Afirmo con la cabeza seguido, quería continuar, ver el destino de todos aquellos brillantes objetos y como terminaba el espectáculo.-

Cada movimiento efectuado por el contrario, le hacía mantenerse atento a pesar de su estado somnoliento, observo la punta de aquel bisturí, el brillo que formulo el mismo al cruzarse la luz natural por el filo, sus pupilas se dilataron y el estridente grito femenino choco contras sus oídos, deleitándole por momentos, haciendo que una risilla escapara de sus labios y sus palmas se juntaran aplaudiendo un par de veces, cuando pudo notar a la joven, vio su rostro, se levantó un tanto de su asiento, para terminar sentado con los brazos apoyados sobre el pequeño tapial que separaba al público de los artistas, su cabeza descanso sobre estos, de lado, observando hacia el escenario.- No…no, no,no…la dama no parece estar feliz….quiero una sonrisa en sus labios.-susurro, ya comenzaba a molestarle de cierta manera aquella expresión de dolor y congojo en la muchacha, quería un espectáculo donde grande sonrisa se vieran reflejadas en aquel reino de encanto que representaba aquella carpa, ante sus ojos, de bellos colores y grandes luces.-

Una sonrisa…-comento, llevando su dedo índice sobre su boca, dibujando con una de sus uñas, una sonrisa sobre sus propios labios, trasformando su rostro, dejando una de esas sobre el mismo.- Puede, puede para mí y el público presente, dibujarle una gran sonrisa sobre los labios?.- interrogo con una sonrisa ensoñadora, sus ojos adormilados pero atentos de que su pequeño e inocente capricho fuera concedido.-

Afirmo al escuchar las palabras del presentador y dibujo sobre su propio rostro una gran sonrisa, tan grande como pretendía que se dibujara la de la joven asistente, la actuación de la misma le parecía increíble, ante sus ojos no era mas que eso, una actuación bien realizada por parte de los dos artistas que estaban, sin duda dando el mejor espectáculo que en su vida hubiera visto, podía decir que era todo tan real, el efecto de la sangre corriendo por cada una de las heridas, la sangre brotando de la boca de la dama, la multitud fantasma que aclamaba por mas y mas, y el pequeño rubio que sin duda esperaba que las voces cantantes de las gradas fueran escuchadas y que su pedido fuera realizado, mas tuvo que esperar un tiempo para que su deseo fuera cumplido, un berrinche se formo en su rostro, sabía que debía de ser paciente para que el espectáculo fuera el mejor, pero sin duda la paciencia no era algo con lo que lo habían agraciado.-

Sus oídos se quedaron atentos a cada grito proferido y el murmullo del presentador, su cuerpo se balanceaba de lado a lado, buscando de alguna manera ver que era lo que tanto hacían frente a si, mientras sus manos frotaban su rostro intentando disipar el sueño que lentamente le invadía, pero nada lo haría perderse el resto del show, mas aun cuando escucho al fin la voz en el escenario, que anunciaba que su pedido había sido cumplido, se levanto de su asiento y no pudo mas que aplaudir ante la radiante sonrisa que decoraba el demacrado rostro de la asistente, pudo escuchar también como el publico se ponía eufórico por aquello y aclamaba de pie.- Me gusta, me gusta mucho, la señorita se ve mucho mas bella con esa sonrisa y el color carmín resalta su delicada piel...hermosa, realmente hermosa.-sus manos no dejaban de aplaudir, con mas calma al pasar los segundos y retomar su asiento de primera fila para aquel curioso y terrorífico espectáculo.-

Otro deseo...pues...-ladeo la cabeza y en su semblante se manifestó un gesto de duda ante las palabras del presentador, tardo un instante en responder.- Le lanzara los demás...-su mirada se dirigió hacia la mesa que aun tenia unos cuantos mas bisturí, pero a decir verdad, quería poder presenciar algo diferente a lo que estaba bien, que si bien no le desagradaba, comenzaba a aburrirse, mas bien el sueño se debía a la droga antes suministrada, pero el lo daba como atributo del show.- Quiero que me sorprenda, haga algo que nos deje a todos mas que fascinados.-dibujo en su rostro una sonrisa risueña, con la emoción de deslumbrar algo antes nunca visto.-

Ignoro por completo cualquier palabra de los labios de la joven acompañante del encargado del espectáculo, solo seguía los movimientos de este por todo el alrededor, esperando ansioso tras sus palabras que le deparaba ahora el gran show, notando la caja que venía delante de aquel particular anfitrión, sus ojos se entornaron, su cuerpo se balanceo un tanto hacia delante, buscando ver mejor lo que estaba pasando, la duda y esa emoción del momento le invadió, formando en sus labios una gran sonrisa placentera, notando todo lo que se estaba realizando sobre el escenario, ni la mas pequeña de las gotas carmín cayendo del cuerpo de la mujer al suelo, en todo el movimiento que realizo forzudamente hasta quedar dentro de la caja, conjunto a los demás espectadores fantasmas que se encontraban a sus espaldas según el, realizaron una gran expresión de asombro, acompañado por el típico "wooow", para luego escucharse la suave risilla del rubio, quien observaba todo expectante.-

El silencio invadió el lugar, el rubio se detuvo en su euforia y pareció contener el aliento luego de aquellas palabras que daban el inicio al nuevo acto de la noche, sus ojos viajaron desde la punta de la caja donde la cabeza de la muchacha sobresalía apenas sostenida por sus propia inercia, hasta llegar a las piernas de las cuales se podía notar chorreaba una pequeña linea de sangre, que dejaba gota por gota su marca en el suelo. Luego su atención se vio capturada de repente por aquella espada, desde aquella filosa punta a todo lo largo, siguiendo el movimiento de la misma hasta terminar incrustada dentro de la caja, sus oídos atentos a cada sonido, desde el raspar de la madera contra el filo rápidamente al ingresar, ese leve crujido al terminar por encontrar su objetivo y por supuesto un ahogado sonido proveniente de la hermosa asistentes, noto como la misma parecía moverse, seguramente para darle mas veracidad a lo que sucedía, o al menos eso era lo que travesaba su cabeza, mientras continuaba atento a cada movimiento, efectuando algún que otra onomatopeya de sorpresa, asombrado de lo que veía.-

Pero sin duda lo que logro de alguna manera mantenerlo despierto por completo, fue aquel desborde de energía mostrado por el anfitrión, ese ahincó puesto al clavar cada una de las espadas, el sonido del desliz de cada una de ellas contra la madera sonado una y otra vez en sus oídos, sus ojos grande, mas grande, aun mas grande, buscaban captar todo lo que sucedía, evitaba perderse cualquier detalle, mientras su sonrisa parecía borrarse de a poco, tal vez por la sorpresa del momento, tal vez porque la atención que colocaba a cada uno de los movimientos le impedía hacer algo mas, moverse, su corazón se aceleraba en cada apuñalada a aquel objeto, en cada quejido que se escuchaba de la boca de la mujer y de cada movimiento convulsionante de las piernas ajenas. Bajo su mirada cuando el encargado de aquel show hubo terminado, observo la sangre acumularse bajo la caja y como la misma parecía teñir sus paredes de un intenso rojo amorronada por el color de la misma. Se puso de pies, sonrió y sus manos se dedicaron a ofrecer un fuerte aplauso.-