Accidente inesperado No. 1

Toy Doll Repairer

Cada golpear de su tacón resonaba en los pasillos oscuros y extensos... algunas lámparas desgastadas producían un sonido que sin ser totalmente perturbador, lograban sumar en su aunada desorientación... finalmente el letrero que le había sido indicado: "Sala de Aislamiento". Era su primer trabajo serio, aquel que desde que era una adolescente había deseado obtener.. y sin embargo, tantos años como voluntaria no la habían preparado para el ambiente que ofrecía aquel lugar.

Dos pasos más y llegaría ...sacó la llave que antes le entregaran de su bolsillo, una llave tan oxidada como la puerta a la que pertenecía. Intentó introducirla en la cerradura haciendo que la puerta cediera con solo apoyarla en su lugar. Estaba abierta... empujó un poco más la puerta hasta que esta le permitiera el paso... vacía, la sala estaba vacía y sin señales del paciente que habían mandado a examinar. Se sintió algo decepcionada y se agachó a revisar el lecho donde quizá hubiera reposado hasta hace poco su primer paciente. Unos pasos comenzaron a escucharse a lo lejos y el ruido de la puerta que se abría un poco más... se levantó con algo de ansiedad esperando no encontrarse con una indeseable sorpresa.

Sorprise Box’s Localización : Japón

-se encontraba en la sala de aislamiento, ya que no tenía mucho que hacer estaba examinando esta, cuando de pronto vio a un chica que pasaba por los pasillos, probablemente se trataba de una enfermera, decidió quedarse en la oscuridad siguiéndola con la mirada, una vez que estuvo un poco más adelante la chica le comenzó a seguir cuidando de no hacer tanto ruido para que ella no le descubriera...
La siguió hasta que notó como entró a la "sala de aislamiento", sacó las llaves de su bolsillo e intentó abrir la puerta, pero esta se abrió sola, ya que se encontraba medio abierta.
Decidí quedarme a una distancia suficiente para que la chica no me viera, una vez que ella entró a la sala, me acerqué a esta dejando oír el ruido que mis tacones provocaban al dar cada paso, comencé a abrir lentamente la puerta, provocando que esta rechinara, me metí al salón, notando como la chica estaba algo nerviosa, por lo cual sonreí un poco y después hice una reverencia-

Buenas... Lamento mucho si te he espantado, pero no sabía como acercarme -sonreí un poco recargándome en la pared de la estancia- Mi nombre es Teru, gusto en conocerle -sonreí mientras le ofrecía mi mano para que la estrechara- ¿Con quién tengo el gusto? -le interrogué mientras la observaba de reojo-

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Había esperado encontrarse con cualquier imagen ante sí, menos con aquel jóven que cortezmente se reverenciaba ante ella. Dejó escapar un suspiro de alivio mientras seguia observando, con un humor que iba mejorando, a aquella persona. - No claro que no - sonríó - o mejor dicho, un poco... la verdad imaginé mil cosas al escucharlo llegar - ríe algo apenada acercándose. Generalmente su confianza era fácil de ganar muy a pesar de conocer muy bien los ambientes y las personas que transcurrian en ese tipo de instituciones.

-Soy Ayaka... pero mejor si me dices A-chan, estoy más acostumbrada a que me digan así - ríe sutilmente y se apresura a apretar la mano que le era ofrecida - también es un gusto - dejando un poco de lado su sonrisa, paseó un poco la mirada por aquella sala - sabe usted quien estubo recluido aquí?, se supone debía atenderlo –

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-reí un poco al escuchar que su suspiro reflejaba alivio, miré por un momento a la pared, para después regresar mi vista hacia la chica-
Lo entiendo, aquí nunca se sabe que es lo que vendrá después, pero aún así, aún no estoy tan grave, no acostumbro a lastimar a nadie... aunque debo de decir que aveces hay excepciones... -sonreí nuevamente y la vi acercarse a mi mientras acomodaba un poco mi cabello, ya que se encontraba levemente despeinado-

Entonces te diré A-chan, suena bien... a mi también puedes decirme Terukichi, muchas personas se han acostumbrado a llamarme así, por lo cual ahora no tengo ningún problema con que tu desees llamarme así. -dice mientras toma la mano de la chica y la agita de arriba hacia abajo lentamente, para después escuchar la pregunta que me había hecho-
Mmmm, no, no se quien se supone que tendría que estar aquí, aunque si quieres te puedo ayudar a investigarlo, obviamente solo si así tu lo deseas.... -dije mientras avanzaba a una de las paredes y recargaba mi espalda en esta, esperando la respuesta de la chica-

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Excepciones? - repitió con suavidad sin algún indicio de temor en su voz, se sentía confiada a pesar de lo que pudiera haber significado esa palabra. Lo observó acomodarse su cabello y sonrió analizándolo un poco sin querer, tal vez la costumbre de estar rodeada siempre de pacientes. - Claro... te-ru-ki-chi - pronunció con lentitud para grabar aquel apodo - no es más complicado ese nombre que sólo Teru? - pensó y rió suave - está bien, trataré de no olvidarlo - sonrió con sinceridad observandolo recostarse tranquilo en aquella desgastada pared.

Su proposición le agradó, pocas personas conocía en aquel lugar y algo de ayuda en su primera labor como enfermera sería provechosa - que amable...creo que la ayuda de un paciente me vendría bien, debes conocer en algo a tus compañeros no? - acomodó el cabello tras su oreja mientras se inclinaba lentamente hacia algunas pertenencias que aún continuaban en aquel lugar - aunque la verdad no sé por dónde empezar - dirigió su vista hacia él mostrando algunos retazos de tela machados que bien podrían pertenecer a cualquiera.

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-asentí unas cuantas veces con mi cabeza- Si, hay algunas excepciones, pero no te preocupes -sonreí demostrándole que podía confiar en mí, observé como veía que yo acomodaba mis cabellos y volví a sonreír volteando a verla igualmente-
Lo sé, sabes Terukichi es más difícil que le lo memorices, pero mejor llámame Teru-chan, si lo deseas... -sonreí un poco mientras acomodaba ahora la ropa de mi suéter ya que tenía algo de frío, la tarde se había vuelto algo fresca- Pero bueno si quieres memorizar Terukichi está bien -reí un poco apenas dejándome oír por la chica-

-al terminar de reír me quede unos instantes en silencio, esperando que ella me diera una respuesta a la pregunta que le había hecho hace unos minutos, escuché sus palabras poniéndole atención, asentí con mi cabeza- Si, se algo de las personas que se encuentran aquí... aunque no soy mucho de meterme en la vida de los demás, así que espero poder ser de ayuda con la poca información que se de ellos -encogí mis hombros unos instantes para después volver a verla- Pues, comencemos por tratar de investigar quien estuvo aquí, algo debió de haber dejado suyo, o si no... en todo caso yo mismo le preguntaré a mis compañeros -dije mientras observaba aquella tela que me mostraba, examinándola detenidamente-