Introspección (Libre)

Al visitar todos los lugares de este instituto descubrí un lugar especial.

Una capilla -pensé en voz alta-

Al acercarme note un ambiente mas desolador e insoportable que el resto de el Hospital, quien se atrevería a venir aquí a contar sus sueños; sus desesperanzas su agonía interminable, quien vendría aquí a un lugar donde juraríamos que Dios nos abandono.
Revise cada parte de el lugar, cada piedra, cada escondrijo, pensé en todo el dolor de mis recuerdos...

¿por que? *susurro

Alguien se acerca... es mejor que este prevenida *voltea con mirada determinante y perdida*

En uno de mis frecuentes paseos termine por alejarme demasiado e inevitablemente perdiéndome, sin tener una idea clara de como regresar continué caminando por los alrededores hasta que me encontré frente a un lugar muy llamativo. Seguí caminado guiado por la forma de las paredes de esa curiosa construcción, las cuales iba tocando con mis dedos, hasta que me encontré con una puerta. Una amplia sonría de delineo en mis labios y emocionado me apresure a abrir la enorme puerta.

-¡Que bonito!- aquel lugar era sin duda diferente, era algo que nunca había visto y no dejaba de maravillarme. Fui de un lado a otro mirando todo lo que llamase mi atención hasta que de pronto caí en cuenta de que no estaba solo, me dirigí hacía la chica que ahí se encontraba. -Hola- le sonreí -¿también tu estas perdida?-

-Hola- *mire con desconfianza* - no estoy perdida soy Kanon la nueva enfermera ¿tu que haces por aquí?- Me acerque lentamente a observar a el interno

Me quede mirándola mientras me hablaba, todo en ella me llamaba la atención.
-¿Enfermera?- ladee leve la cabeza todavía viéndola, su atuendo era de lo más lindo, en si todo en ella daba el aspecto de una linda muñeca.
-Es que estaba aburrido, aunque Violín-tan hizo su mejor esfuerzo.- suspire al recordar que había dejado sola a mi pequeña amiga.

-Ah, soy Kie- dije sonriendo al recordar que no le había dicho mi nombre.

... Kie... *dije en voz baja -¿quieres que te lleve de regreso a tu habitación? aveces no hay mucho que hacer por aqui-

¿O prefieres rezar un poco? *dije mirando a mi alrededor

Algo extraño había en sus ojos eran diferentes, pero no puedo bajar la guardia debo recordar que hago aquí

-Hmmm...- titubee un poco, aquel lugar era una novedad atractiva y tal vez aún quería mirar algunas cosas.
La segunda opción atrajo más mi atención -¿Rezar?- la mire curioso. -¿Cómo hago eso?-

-piensa en cosas agradables-

pensé que realmente no se como rezar no lo recordaba pero tenia que decirle algo_

-Si juntas tus manos asi *tomo sus manos y le muestro como* es mejor supongo_

Si quieres te puedo dejar solo aun que me preocupa un poco que no puedas regresar

Al mirar hacia fuera me di cuenta que no recordaba muy bien como llegue aquí

Es un lugar curioso ¿no crees?

Se acerco y se encargo de que juntara mis manos, cerré los ojos un momento y una gran sonrisa se delineo en mis labios al volver a mi las imágenes de viejos recuerdos, los que consideraba felices. Fue solo por un tiempo breve, pero al abrir mis ojos nuevamente el lugar me pareció de alguna forma mucho más sombrío.

Corrí hacia donde estaba ella y asentí un par de veces a lo que decía. -¿Hace mucho que no visitaba lugares cómo este?- mire hacía fuera también. -De alguna forma es lindo.- le sonreí.

Sonreí levemente -si es un lugar lindo- mirando a mi alrededor

-Como es que una persona como tu llego hasta aquí- lo mire a los ojos notando su cara de curiosidad y su linda sonrisa que me aterraba un poco

-no tengo mucho tiempo de estar aquí de hecho eres la primer persona que me topo fuera de las instalaciones principales-

Fingí no saber mucho de su historia como si no hubiera leído cada expediente mil veces, todos eran diferentes a como los imaginaba o tal vez .... yo sea igual que ellos, me quede pensativa unos momentos

Asentí feliz de que pensara como yo. -También eres muy linda.- le sonreí nuevamente, luego me asome un poco más por la puerta para poder mirar mejor lo que había afuera. Inspire un poco del frío aire fresco y voltee a verla al oír que me hablaba. -Cómo llegue aquí... - repetí cruzándome de brazos, intentando hacer memoria de lo que me preguntaba.
-He estado en varios lugares, pero ninguno como este antes.- titubee un poco no estaba seguro de cómo y por qué estaba ahí.
-Donde sea que vayamos terminan sacándonos a Violín-tan y a mí.- suspire con algo de melancolía. -Pero aquí tengo algo más de libertad.- sonreí al caer en esa última reflexión.

-Si aquí hay mucha libertad- Mire como su mirada se perdia en el infinito, me recordaba a alguien...

-Te gustaría pasear un rato- No sabia exactamente por que quería estar con el, pero -es amable- pensé

-Ooo o talvez te gustaria tocar un poco tu violin-

-Recuerdo que cuando estaba afuera me gustaba mucho la musica clásica pero aqui no hay musica-

Me sentía tan sola en este lugar extraño, extrañaba aquellos tiempos en los que era libre

La mire de nuevo, me alegraba tener a alguien con quien hablar, este lugar solía volverse aburrido y tal vez hasta un poco solitario.
Una amplia sonrisa se delineo en mis labios al escucharla decir que le gustaba la música, esa era la principal razón de mi existencia: música...

-Estoy seguro de que a Violín-tan le encantara.- asentí más animado -Debe estar aburrida de estar esperando sola- añadí un poco preocupado.

Me abrace a ella, parecía algo melancólica. -¿Vamos?- tironee suavemente su vestido.

-si vamos- me sonroje un poco y tome su mano

-esta algo oscuro afuera ten cuidado al caminar- supongo que no debería encariñarme con el... bueno eso no importa pense

-mejor apurémonos-

(Mudemonos de tema att:user)

Sonríe al tomar ella mi mano, sentir otra vez la calidez del contacto con las personas era algo que me alegraba enormemente, aunque probablemente lo que más me animaba era la forma misma en que me trataba; sí, ella no parecía temerme en absoluto.

-¡Claro, tendré cuidado!- asegure con bastante entusiasmo, no quería que se preocupara.

Asentí y comenzamos el largo recorrido, conmigo caminando a su lado aún sin soltar su mano. Aquella noche se había vuelto especial...

(Continuamos aquí: Entre la oscuridad)