~ Sugar Pain ~ [Reita & Uruha]

Sorprise Box’s Localización : Shibuya-ku

Asentí y comenze a caminar hacia el interior del lugar, guiándo a Uruha hasta la morgue. Me encontraba ansioso por llegar a dicho lugar y jugar un buen rato con el castaño que me seguía. No estaba muy seguro con qué podría hacerle a tan hermoso cuerpo con el cual me había encontrado en el patio. Sin duda que Uruha era muy hermoso, antes habría considerado el no lastimarlo pero ahora no. Las ganas de verlo lleno de sangre se apoderaban de mi con cada paso que dabamos hacia la morgue.

Llegamos con tranquilidad y rápidamente abrí la puerta, jalando suavemete al castaño alto para que pasara y así pudiera cerrar la puerta. La habitación estaba solitaria, las camillas con cuerpos muertos y cubiertos de sangre estaban esparcidas por todo el cuarto. Una sonrisa se instaló en mi rostro y nuevamente comencé a caminar hacia uno de esos cuerpos sin vida. Antes de divertirme con Uruha, por qué no entretenerme con otro cuerpo.

- Um... - Murmuré al mirar los instrumentos sobre la mesita de metal a un lado de la camilla, sin más tomé un bisturí y, sin ningun tipo de cuidado, corté una de las venas de la muñeca del tipo frente a mi. La grandre no tardo en salir y manchar las sábanas.

Una nueva sonrisa apareció en mi rostro, esta vez mucho más complacido al ver la sangre. Me giré hacia Uruha y, tomándolo nuevamente de la mano lo atraje hacia mi cuerpo, ambos quedando a poca distancia, nuestras respiraciones chocaban y pase el bisturí sobre su mejilla, haciendo un corte inofensivo.

Sorprise Box’s

Al irnos del patio le seguí en silencio, lo que haríamos se veía bastante interesante y divertido. ¿Quizás el quisiera jugar conmigo? Sonreí leve, se veía apresurado por llegar a la famosa sala.
Al llegar al lugar esperado, me jaló con cuidado a la morgue, entré observando el lugar un poco curioso. La sala estaba bastante obscura y los cuerpos que yacían sobre las camillas daba una escena más lúgubre. Los cadáveres resaltaban creando un contraste gracias a sus pieles pálidas y los muros obscuros, sin duda era un lindo lugar, sonreí aún más.

Pude ver como iba hacía una de las camillas en donde se encontraba un cuerpo muerto, reí un poco y me apoyé contra una de las paredes mientras le veía con atención. El bisturí que ahora tenía en sus manos la pasó por la muñeca del cadáver, no pude evitar sentirme un poco excitado al ver la sangre salir de aquella piel.
Mientras observa aún lo que hacía el chico que tenía en frente, me acomodé un poco en mi lugar pensando en las diferentes cosas que podríamos hacer los dos. También era otra cosa que ya comenzaba a excitarme. Reita, el rubio que conocí es una persona bastante atractiva, oh si que lo es, reí mentalmente.

Cerré mis ojos mientras me imaginaba a Reita cortándome y dañándome mi cuerpo con alguna navaja, sonreí de lado mientras enterraba mis uñas en mi segundo brazo. Al momento en que iba a abrir mis ojos, me vi siendo nuevamente atraído por el rubio, luego de unos segundos pude sentir su respiración chocar con la mía, sin mucho que pensar, terminé por abrir mis ojos y observar con detalle el rostro del rubio.
Vi como el bisturí que tenía anteriormente se acercaba a mi mejilla y hacía una herida superficial, unas gotas de sangre sentí caer por mi mejilla.
Le miré por unos segundos para luego entrecerrar mis ojos y suspirar. Llevé mi mano izquierda hacia la mano del chico que sostenía aún el bisturí contra mi rostro, la alejé de un par de centímetros.- ¿Deseas cortarme? -susurré con sensualidad, dicho eso acerqué más mi rostro hacia el suyo y lamí lo que se podía ver de su mejilla, luego subiendo hasta la tela de su bandita que tenía cubierta una parte de su cara. Mordí un poco aquella tela y luego volví a bajar un poco hasta llegar a sus labios los cuales observé por unos momentos.

Aún teniendo mi mano sosteniendo la suya decidí lamer sus labios con suavidad mientras volvía a entrecerrar mis ojos. Al momento en que mi lengua se paseaba por aquellos labios, decidí bajar su mano que sostenía la bisturí con la mía hacia la parte de mi pecho.- Haz lo que desees conmigo -murmuré contras sus labios los cuales mordí un poco. Sosteniendo su mano, pasé el filo del bisturí por mi camisa sin hacer ninguna presión, seguí de aquella manera por un rato hasta que llevé el bisturí hacia la parte de arriba de mi camisa, por el lado de mi cuello y hundí un poco en mi piel bajando hasta romper los botones de mi camisa y hacerlo así continuamente dejando un camino de sangre marcado por el filo.
Al tiempo en que hacía aquello, mordí y succioné sus labios atrapándolos con los míos.

Sorprise Box’s Localización : Shibuya-ku

Al mirarle de reojo una vez entramos en la morgue, pude ver su sonrisa y aquel gesto lo repetí. Por fín estábamos aquí, caminaba con algo de tranquilidad hacía la camilla, escuché su risa detrás de mi y le volteé a ver sobre mi hombro, estaba recargado en una de las paredes y su mirada me seguía sin perderme de vista ni un momento. Continué con mi labor de cortar a esa mujer que estaba frente a mi, sentía la mirada de Uruha clavada en mi y eso me ponía algo nervioso, traté de ignorarlo lo más que pude.

Toda esa sangre que brotaba del cuerpo de la joven mujer después de pasar el filoso objeto brillante por su piel sin nada de cuidado, era todo realmente encantador, escitante y era obvio que no me detendría. Por unos momentos muy breves cerré los ojos, imaginándome que el cuerpo frente a mi era el cuerpo de Uruha, su exquisito cuerpo ante mi, siendo cortado por el bisturí y su sangre salir por montones, no era nada más que excitante con sólo imaginarlo así. Abrí mis ojos de repente y mi mirada se fue hacia Uruha, examiné su sensual cuerpo, al mirar sus rostro noté que, igual que yo hace unos momentos, tenía los ojos cerrados y sonreía, me fue inevitable captar que había hecho algo más de presión en uno de sus brazos, sus uñas se podían ver enterradas en este. Me acerqué a él despacio y lo tome de la mano, atrayéndolo hacia mi, este ya se encontraba mirándome otra vez. Nuestros rostros estaban bastante cerca, el deseo de besar al castaño se apoderó de mi pero me controlé lo más que pude, ambos nos mirabamos fijamente.

El pequeño corte que hice y la sangre que broto de su mejilla por aquel roce superficial, me hizo excitarme en demacia. El que tomara mi mano y alejara el objeto de su rostro un poco me hizo creer que se había molestado por mi acción, aun así no me arrepentía, ver su cuerpo sangrando era mi deseo ahora. El tono con el que habló, en un susurro y de una forma tan sensual me hizo disipar esa duda que tenía. Se había acercado a mi y ahora se encontraba lamiendo mi piel que la bandita no me cubría, sonreí glorioso y suspiré pesadamente; mordió mi bandita y ya podía sentir su piel caliente siendo recorrida por mis manos. Aun sostenía mi mano y ya se había acercado, lamiendo mis labios con lascivia, rápidamente uní ambas lenguas en un exquisito baile, nuestros labios se daban suaves roces, nuestras lenguas eran las únicas que se divertían en aquel contacto. Bajó mi mano hacia su pecho y se separó; esas palabras me enloquecieron, sacándome una nueva sonrisa, esta vez maliciosa. Un nuevo contacto, esta vez más intenso, de nuestras bocas que se saboreaban y devoraban sin querer detenerse ni un momento; todo esto mientras paseaba el objeto punzo cortante sobre su camisa, rompiendo los botones de su camisa parea dejar un camino de sangre por su torso.

Una vez que el maldito aire se nos escapó, me separé de su rostro y mis manos se fueron hacia su cintura, lo senté en una de las camillas vacías que yacían en el lugar tan lúgubre, quité su camisa con lentitud mientras le volvía a besar con desesperación, una vez que la prenda ya no estuvo me separe de nueva cuenta para lamer la sangre que había quedado sobre su pecho, me quedé jugando con sus pezones por un rato, mordiéndolos sin ningun tipo de cuidado hasta dejarlos rojos y duros. Ya mi mano se paseaba por su cintura hacia su entrepierna, una vez que toque su hombría la presione con descaro, esparando por escuchar los gemidos de Uruha.

» Descansando en el patio [Reita-Uruha]
» Kouyou Takashima, Uruha.