-Hacía algo de tiempo que no salía de mi habitación, me la pasaba encerrado en esta, cuando un día decidí que sería bueno ir a dar una caminata por los pasillos, ya que me había aburrido de estar encerrado en mi habitación, me levanté de mi cama me puse los zapatos, me dirigí a la puerta y la abrí asomando primero la cabeza para ver que no viniera nadie, después de haber asegurado que no había nadie salí por completo de la habitación, en mi recorrido iba mirando las paredes del pasillo las cuales estaban algo descuidadas pero no me importó mucho.... ya que yo iba distraído todo el camino de repente tropecé, lo cual provocó que me lastimara el pie, no podía caminar por lo cual decidí acercarme a una de las paredes del pasillo y sentar ahí recargado en la pared, empecé a revisar mi pie pero no podía moverlo tanto, me quedé ahí sentado esperando que el dolor pudiera pasar, cerré mis ojos y recargué mi cabeza en la pared también-
Esperaré aquí hasta que pueda mover mi pie -dije para mi mismo mientras me quedaba en aquél pasillo el cual estaba muy callado y algo oscuro-