Madness[priv. Kanon~Kie]

Me aleje lo más que pude del comedor, Kuro-san y de paso de Kanon-chan también, suspire al darme cuenta de ello pero no quería volver, de ninguna forma volvería a encontrarme con él.

Me limpie un poco los ojos con las mangas de mi camisa, casi no podía ver a causa de las lágrimas. En algún momento deje de correr, tan solo me mantuve caminando lentamente, moviendo apenas los pies hasta finalmente detenerme por completo. ¿Para que ser corriendo? Estaba lo suficientemente lejos, me senté sobre el piso y abrace mis rodillas; por más que mirara de un lado a otro no tenía idea de donde me encontraba.

Salio tan rápido de la habitación que para cuando corrí tras de el se perdió de mi vista, comencé a buscarlo por todos lados, buscando dentro de los baños en su habitación recorrí lo que me parecía todo el hospital lo mas rápido que pude, estaba tan preocupada ya no sabia que hacer cuando vi algo a la distancia, me acerque y lo vi sentado en el piso.

Corrí a ver como estaba ¿Que tienes precioso? ¿por que corrías de esa forma? tome su rostro con mis dos manos y acerque su nariz con mi nariz

Permanecí sentado allí, no se por cuanto tiempo, pero fue el suficiente como para que el suelo ya no me pareciera frió. No estaba seguro de si estaba esperando a alguien o no, pero no tenía muchas ganas de levantarme de allí.

Me pareció oír una voz, al volver a alzar la vista me encontré con Kanon-chan frente a mi. Sentía el tacto de sus cálidas manos sobre mi rostro, realmente no sabía si reír o llorar.

-Kanon-chan... - baje la mirada, estaba muy apenado por lo sucedido.

- Y-yo lo siento mucho... No lo soporto, debo aprender a controlar eso... - no me atrevía a mirarla, aún no podía apartar de mi mente todas las cosas que le había oído decir, no podía.

¿Por que agachas la mirada? dije tomando su barbilla sin lograr que me mirara

¿que cosa no puedes controlar hermoso? me preocupe, y lo abrace poniendo su cabeza en mi pecho, no quería que nada le hiciera daño pero aun no comprendía algunas cosas de el, en ese momento solo quería llevarlo lejos esconderlo de si mismo pero se que no podía eso me causaba mucha frustración.

Me senté junto a el esperando que se sintiera mejor acariciando su cabello y besando sus brazos, -Siempre estaré contigo, te adoro amor- dije intentando buscar su mirada

No respondí a la primera de sus preguntas, que iba a responder de todas maneras... ¿no quiero mirarte? No podía hacerlo, ni eso me atrevía a hacer.

-Bueno... no soporto a Kuro-san- respondí en voz baja temiendo que de un momento a otro apareciera otra vez, sin todavía alzar la vista, sintiendo el calor de su cuerpo y el palpitar algo agitado de su pecho.

-Se que no debería hacerle caso estando Kanon-chan, pero aún así...- de alguna manera sus caricias me reconfortaban, levante ligeramente la mirada encontrándome directamente con sus ojos, una mirada llena de afecto... pero...

-... L-lo viste también, ¿verdad?- me mantuve mirándola mientras esperaba una respuesta, me aterraba la idea de que solo yo pudiera.

Suspire sin saber que hacer no podía decirle que si lo veía, pero si le decía que no podría hacerle daño.

Permanecí un momento en silencio y solo pude susurrar viendolo a los ojos -no amor no lo vi-, sabia que eso era normal en un lugar como este pero no soportaba la idea de lastimarlo.

Puse mi mano sobre la suya -Pero todo estará bien amor, no importa lo pase- intentaba consolarlo pero la realidad es que no sabía como.

Permanecí un momento mirándola sin poder todavía asimilar lo que decía... ¿no podía?

-P-ero estaba ahí, podía verlo... también oírlo... - por más que mirara sus ojos no había comprensión, nunca la había habido tampoco en los ojos de ninguno de los medicos, me sentía frustrado.

Sentía el calor de su mano sobre la mía. -¿No me crees, verdad? - susurre, no creía que hubiera alguien, por más que quisiera que ella lo hiciera, debía aceptar que no era así. Baje la mirada sin esperar a que respondiera, no tenía caso.

Me sentí tan mal cuando lo vi así, claro que entendía lo que le pasaba pero no sabia que decir para que se sintiera mejor -Nunca te dije que no te creyera solo que no puedo mentirte sobre algo así- pense un poco y decidí serle sincera -Mi hermano murió en un accidente y en ocasiones platico con el y aun así se que no es lo mismo y no quiero que te enojes por decírtelo, por que ami me gustaría poder verlo- mi voz se quebró y comencé a llorar no quería que kie se fuera por algo así no quería perderle y sentía que podría alejarse de mi por esto.

Alcé tan solo un poco la mirada, ¿mentir? quería creerle realmente, quería hacerlo, pero entonces qué pasa conmigo ¿soy yo el que miente? o...

No lo comprendía, pero volver a oír su voz me distrajo de mis pensamientos. -¿No es lo mismo?- dije en tono bajo casi susurrando, al centrar más la mirada en ella pude notar que estaba llorando. Sentía la necesidad de hacerle más preguntas, sin embargo no deseaba ponerla todavía más triste, mordí con algo de de fuerza mi labio inferior y sin decir nada acaricie con suavidad su mejilla esperando a que se calmara.

Me acerque mas a el metiéndome por debajo de uno de sus brazos y acurrucándome en su pecho -No quiero estar sin ti- susurre mientras limpiaba mi cara con mi vestido.

-Perdón... nunca quise hacerte daño- de alguna forma me sentía un poco responsable por no saber que contestar, me deje llevar por mis sentimientos y nunca pensé realmente que podía hacer para ayudarlo en ese momento.

Tan solo continué acariciándola, esta vez sus cabellos sin pronunciar ni una sola palabra, no tenía ganas de hablar. La escuchaba mientras jugueteaba con mis dedos, me asustaba la idea de que de un momento a otro desapareciera de mi lado de la misma forma en que solía aparecerse Kuro-san.

No entendía por qué se disculpaba conmigo, el único que estaba mal era yo de una forma u otra, aunque tampoco pudiera saber de cual.

Me quede en silencio sintiendo sus caricias, no sabia que pensaba, ni que queria pero permaneci junto a el, sintiendo su corazón y su respiración ya completamente tranquila.

Permanecí de la misma manera junto a ella un poco más notando finalmente como ya estaba más tranquila, esto me aliviaba bastante pero seguía sin sentirme del todo bien. Sentía una punzada cada vez más fuerte, mi cabeza dolía, apoye mi espalda contra la pared descansando en ella gran parte de mi peso reposando también mi cabeza contra esta. Como no pasaba golpeé un par de veces la parte posterior de la cabeza en el muro hasta que sentí algo de aquel cálido líquido escurriendo por mi cuello.

Entonces comencé a sentirme algo mejor, el dolor disminuía a medida que más de ese líquido siguiera fluyendo. Cerré los ojos y suspire ya mucho más calmado.

Estaba casi dormida en sus brazos y sentí que se recargo en la pared suspire un poco, no me parecía muy calmado, acaricie una de sus piernas y sentí algo raro estaba muy distraida, levante la mirada y note que habia una mancha en la pared y de su cabeza escurria un poco de sangre.
Mire su rostro parecia aliviado pero yo repiraba fuertemente, puse mis manos en su cuello, -No hagas eso por favor- junte mi frente con la suya
-déjame cuidar de ti ¿si?- No debía permitir que saliera demasiada sangre podría pasar algo malo

Abrí los ojos al sentir que tocaba mi cuello, volviendo a encontrar su mirada. -Estoy bien- le dije en tono algo bajo, por más que no quería preocuparla siempre terminaba haciéndolo de todas formas, me sentía mal por eso.

-No me duele, por favor no te preocupes- la aparte suavemente con mis manos e intente ponerme de pie, necesita salir de una vez de ahí.

Lo escuche decir que estaba bien, mire hacia el suelo y luego sentí como me alejaba de el, sabia que quería irse, mi pecho se lleno de sentimientos encontrados ¿por que no quería que me preocupara? me sentí una carga y una molestia, me levante rápidamente y me di la media vuelta dándole la espalda y con los ojos llenos de lagrimas que no quería que brotaran me aleje lentamente apretando mi vestido con mis manos y enterrándome un poco las uñas.

La sentí levantarse, la observe, estaba dándome la espalda, no sabía que decirle acababa de hacer lo que había estado tratando de evitar. Que estúpido soy musite en tono muy bajo para mi mismo, hubiese querido correr hacía ella y abrazarla, disculparme y que todo siguiera como si nada; pero ni eso me atreví a hacer, mientras más lejos estuviera menos la lastimaría o eso creía.

Mantuve la mirada sobre ella mientras lentamente se alejaba, nuevamente sentía doler mi cabeza... a decir verdad ni siquiera tenía alguna certeza de donde me encontraba, pero eso ya no importaba, en realidad ya nada importaba. Me quede ahí parado reposando parte de mi peso en la pared hasta que desapareció de mi vista, luego de eso tan solo camine por los pasillos hasta que finalmente encontré los dormitorios.