Había durado casi todo el día vagando entre las diversas habitaciones del lugar, me dedicaba a gastar bromas entre algunos pacientes hasta que hubo uno en especial con el que me decidí por jugar en otro lado. Se trataba de un paciente viejo el cual tuve que llevar en una vieja silla de ruedas hasta la morgue.
-¿Te gusta? ¿Te gusta? Aquí vas a jugar conmigo.-
Le dije a aquel paciente que en repetidas ocasiones me pidió con algo de miedo que le regresara a su habitación. Ignorando sus peticiones con un poco de esfuerzo levante su frágil cuerpo de la silla y le trepe en una de las camillas del lugar. Mientras que daba un par de brincos por el lugar y tarareaba una queda canción tome un pequeño paquete de suero, además de la aguja y la manguera para conectar su muñeca a este. Aquella acción mía me serviría para tenerle con vida un rato mas, para así proceder a dejarle inconsciente con ayuda de mis dos manos, que presione contra su rostro para tapar su boca y nariz, privándole de respirar; pero cuidando que no fuera a morir de la asfixicia si no solo lo prive de respirar hasta que perdiera el conocimiento. Sonreí una vez que se quedo quieto y de una mesita que estaba aun lado, tome una pequeña cajita donde había diversos instrumentos y la vacié sobre su cuerpo provocando que aquellos golpearan su piel y que un par de bisturís se enterraran en la misma; tome uno de estos y lo saque de su piel, justo en el momento en que sentía ese aprisionamiento detrás de mi. En un instante sin darme tiempo de reaccionar, sentí el dolor de mis manos y ladee el rostro para ver a la persona que lo había hecho. En reacción inmediata, comencé a patalear mientras que revolvía mis manos tratando vanamente de liberar estas.
-Suéltame, suéltame¡¡¡ Yo quería jugar con el, se morirá tengo que repáralo antes de que eso pase¡¡¡.-
Entre ese fuerte berrinche que comencé solté un quejido y patalee con fuerza en el suelo antes de que terminara por tirarme al suelo donde empecé a revolverme en el suelo y sacudir con fuerza mis piernas haciéndole un poco mas difícil lo que se proponía. Aquellos gritos y replicas que salían de mis labios fueron acallados por los suyos y alcance a ver aquella jeringa; fruncí el seño e hice un leve puchero de molestia.
-No quiero¡¡¡ Déjame, déjame¡¡¡ No estaba jugando contigo¡¡¡ Quiero a mi muñeca, se va a morir y no podre repararla antes de eso¡¡¡.-
Revolvía mi cuerpo sobre el suelo con desesperación y movía mi cabeza de un lado a otro, como único movimiento de replica que se me permitía, ya que se las había ingeniado para reprimir el movimiento de mis piernas. Cerré los ojos con fuerza al sentir ese piquete y levemente ya había empezado a soltar leves gimoteos tras ello. Aquella alta figura que había estado mirando para cuidar lo que hacia empezó a disolverse en mis ojos, gire la cabeza de un lado a otro, observando aquel lugar que se torcía ante mi mirada y a moverse de un lado a otro al ser arrastrado fuera de aquel lugar, gimotee levemente y observe la bizarra figura que se habia quedado en aquella camilla.
-Mi muñeca…-
Murmure quedo y con algo de tristeza. De alguna manera, sentía el movimiento de mi cuerpo, pero mis ojos que era lo único que se movía de el, de un lado a otro observando, quedándose en ocasiones vagamente perdidos en una sola dirección. De un momento a otro, mi vista del lugar donde estábamos cambio y ese ligero movimiento en mi cuerpo me hizo saber que me habia subido sobre algo, una leve risa salió de mis labios y me quede observando el techo de aquel lugar, perdido en los bonitos colores que se formaban en las ventanas y los cuales se empezaban a mover obligando a mis ojos a seguirles en la dirección en la que se iban. Empece a mover la cabeza de lado a lado siguiendo con esa canción que tarareaba hacia un momento. ¿Qué hacia hace un momento? Esa frase cruzo por mi cabeza y voltee a mirar extrañado a la persona a mi lado.
-Oye, oye, mi muñeca… se quedo sola, y…y…-
Observe un pequeño rayo de luz reflejado en el filo de la navaja que había sacado e inmediatamente mi atención se concentro en el.
-Dame, yo quiero jugar con eso…-
Dije infantilmente antes de observar como con aquel objeto se encarga de destrozar poco a poco mis ropas; voltee a mirarle a él con un claro puchero de desagrado en mi rostro y empecé a moverme con bastante ligereza, no podía hacerlo bruscamente ya que de algún modo, me sentía sin fuerza y levemente desganado. Mas sin embargo pese a aquellas sensaciones su palabras estaban claramente audibles para mí.
-Que injusto…no quiero, no quiero… así no quiero jugar, déjame ya me quiero ir, quiero ir con mi muñeca, tu no sabes jugar y ella esta sola…-
Moví mi cuerpo con la poca fuerza que sentía y ladee mi rostro del lado contrario de donde sentía su lengua, tratando de alejarme lo mas que pudiera de el para evitar que siguiera tocándome a la vez que de entre mis labios en pequeños susurros repetía una y otra vez…”te voy a matar” y continuaba moviendo mi rostro de un lado a otro con los ojos entreabiertos aun perdidos en los colores de aquellas ventanas del lugar donde estábamos.