Habitación 0115

- ¿Para qué te cambias? ¿Ya no quieres que juguemos? - Miro a su compañera. Abrazando más a su muñeca. - Yo quiero jugar más. - Se recostaba en la cama - Eran más divertidos los niños del orfanato.

Si quiero jugar, pero no con esta ropa sucia - encontro una playera que le quedaba un poco ajustada. - pues, yo no soy una niña con la cual puedes manipular como muñeca. - se sento en la cama mirando fijamente a Naoto.

- ¡Bien! Juguemos - Se levanto lentamente y camino hacia su compañera, aventandola, haciendo que se recostara en la cama. Se subió encima de ella para luego ir subiendo la blusa de Hiko y quitársela.

la miro fijamente, enarcando su ceja- me puedes decir por que isiste eso? - noto que solo habia quedando en brasier y pantalón, por lo cual trato de cubrirse-

- Para poder seguir jugando con mi muñeca y cambiarla de ropa. - Decía mientras entre su saco buscaba su navaja. Al sacarla fue detenida por su compañera, quien apretaba su muñeca, abriendo un poco la herida. - Te pagaré por la sangre que me des, en la tarde, dependiendo de qué tan buena muñeca seas.

La observo fijamente - ¿jugar..?, ¿de que modo, pequeña? - se dejo hacer un poco, mirando su muñeca, sintiendo que sus dedos se mojaban por aquel liquido que tanto le gustaba..- tan buena muñeca sea? agradece que dejo que juegues conmigo.. niñata...

- Hai, Hai... - Zafó su mano y paso ligeramente la navaja sobre el vientre de Hiko. Enrojeciendo la zona, bajo y lamió el 'camino' que había hecho. Pasando de nuevo la navaja haciendo un corte superficial. Al empezar a brotar las primera gotas de sangre bajo a lamerlas y succionarlas. Tomando de la cintura a su compañera, estirando su piel para se abriera un poco más la herida.

no sabia porque sentir los labios de aquella chica en su vientre se sentia tan bien, trataba de no suspirar, mordiendo su labio, pero inutil le estaba resultando- p-por qué.. s-solo juegas tú...?

Seguía lamiendo el vientre de la chica, pasando un poco más la navaja, provocando que más sangre saliera. Devorándola al instante.
- Porque yo soy la que maneja en esta ocasión a la muñeca. Soy... - Lamió de arriba hacia abajo, desde la parte baja de su pecho hasta su ombligo. - La titiritera.

Tsk... -sentia la fría navaja en su piel, causando un leve escalofrio, miro a su compañera lamer su vientre y suspiro, alzando un poco el cuello, dejando a la vista su herida casi cicatrizada

Naoto subió y miró la cicatriz. Lentamente paso la navaja para remover la costra que se había formado, haciendo sangrar de nuevo el níveo cuello de su compañera. Alzo su cuello y empezó a lamer y morder un poco. Mientras su mano seguía recorriendo la rajada en el vientre de la chica. - Tu sangre sabe bien~ - Con sus dedos abría un poco más la herida en el vientre, y con sus dientes la del cuello.

Suspiraba y alzaba mas su cuello, alejando sus manos y poniendolas en la cama. Se quejo al sentir dedos en su herida del vientre. Trato de bajar la mirada para ver su cuello, pero Naoto se lo impidio afirmandola de la barbilla

Mordió un poco la herida en el cuello de la chica, haciéndola sangrar más. Succionando todo el líquido carmesí que salía de la rajada.
Se separó, lamió sus dedos cubiertos de sangre. Bajando de nuevo para 'limpiar' a su compañera de cuarto de toda la sangre que ya empezaba a escurrir por su cintura.
Mordió su vientre y abrió más la herida, pasando su lengua por el centro de ésta.
Poco a poco fue perdiendo el control. Nunca había probado una sangre tan deliciosa cómo la de Hiko.
- ¿Qué esperas? Ábrela ya...
- No... Más~ - Desabrochaba el pantalón de su compañera, bajándolo junto con sus bragas hasta la mitad de su pelvis. Observo la zona y colocó la navaja desde el ombligo bajando poco a poco, haciendo una rajada corta.

Hizo una corta de unos 5 centímetros en aquella área. - Quiero más~ - Pasó nuevamente la navaja en vientre bajo de su compañera, abriendo un poco más la herida de la cual empezaba a brotar el líquido carmesí. Se relamió los labios y bajo para absorber la sangre, pasando su lengua sobre la rajada. De arriba a abajo. Una y otra vez. Abriéndola un poco más con sus manos. Degustando el manjar carmesí.

Tsk... I-tai...-dolia, sus heridas dolian bastante, sentir como las abrian más, dolia demasiado.
Trato de detener a su compañera, pero sus manos ya temblaban y su piel estaba palida por toda la sangre perdida.
Se trato de levantar, levantando su vista, haciendo una mueca de dolor. Quedo viendo a su compañera como lamia tal cual una paleta.
Una lamida en especia la hizo alsar el cuello y jadear de placer.

Esuchó el jadeo de su compañera, sonriendo de lado. Se separo y cubrió las heridas con el trapo que tenía en su pecho.
- Que buena muñeca eres. Descansa un poco, pequeña, más tarde te doy tu premio~ - Se bajaba de encima de Hiko y relamía sus labios que aún tenían residuos carmesí.

Suspiro, recostandose otra vez, cerrando los ojos y sintiendo palpitar sus heridas.
Miro a su compañera de reojo, y relamio sus labios, pasando sus dedos por las heridas, empapandose de sangre, los subio a sus labios y los lamio, degustando ese sabor metalico que tenia la sangre

Se recostó en su cama, abrazando a la muñeca. Se colocó en posición fetal, viendo hacía su compañera.
- Ya aguantaste mucho, tu sangre parece ser infinita. - Reía inocentemente. - Que se me hace que sí eres una muñeca. Otras personas ya se hubiera muerto. - Empezó a cerrar sus ojos, tarareándo una canción.

Digamos que beber sangre sirve de algo.. -sonrie de lado, limpiandose un poco la herida con el trapo que tenia sobre su vientre- y no soy otras personas, soy yo y que te quede claro, quieres.

- Para mi todos son iguales. - Decía con los ojos cerrados, abrazando a la muñeca.
Se dio la media vuelta en su cama y dio la espalda a su compañera, quedando de nuevo en posición fetal.

Ignoró a su compañera y se decidió por dormir. Desde que llegó a Skpooky no lo había hecho. Así que, agarrando la cobija, con agujeros y empolvada, se tapó hasta la cabeza, mientras seguía en posición fetal. Abrazada a la muñeca. - Todos son iguales... - Escuchó en su cabeza, para después intentar dormir.