Silence Please [Libre]

Era mi primer día en el psiquiatrico, no conocia a nadie, el lugar se caia a pedazos y nadie vino a mi recibimiento. Decidi entrar a mi habitacion acomodar unas cosas, me puse mi uniforme blanco con una falda corta y ajustada, unas medias sostenidas con portaligas y unas plataformas color rojo (solo porque asi me gustaba) me puse mi gorro un estetoscopio y me diriji al ala norte para llegar al consultorio. Cuando gire la oxidada perilla y abri la puerta, me encontre con un lugar descuidado y sucio, las paredes arraigadas y un olor extraño recorria el lugar.

-Tranquilo Mana.. has estado en lugares peores... me dije a mi mismo queriendo justificar mi llegada al psiquiatrico.

Acomode unos papeles y me sente en la unica silla de la sala.. esperando la llegada de alguno de mis misteriosos internos....

Caminaba como siempre por los pasillos del psiquiátrico, hundido en mi permanente aburrimiento. Pasé por una puerta en la que se podía leer "Consultorio". Dudé qué podrían llegar a hacer en ese consultorio, y si habría alguien dentro, ya que en la mayoría de las habitaciones casi nunca había nadie.
Dejé de pensar, ya que no me daría ningún resultado y abrí la puerta del consultorio con lentitud, en donde había una figura conocida sentada en una silla.
-¿Mana-sama?-
Esbocé una amplia sonrisa, entrando en el consultorio a saludarlo, sin siquiera pedir permiso.
-¿Qué haces acá? Da miedo este lugar...-
Miré hacia al rededor, observando cada rincón del lugar con una mueca de extrañeza...

Estaba en silencio recorriendo la habitacion con los ojos cuando alguien abre la puerta. Era Sisen, el unico interno que hasta ahora he visto sonreir...
-Buenas.. solamente estoy aca cumpliendo con mi trabajo, acaso tienes alguna consulta que hacerme?
se cruza de piernas levantando su anotador y destapando su lapicero, llevandoselo a la boca jugando con el, esperando una respuesta del extraño paciente.

Me senté simplemente en el suelo, mirando sus piernas, notando que siempre llevaba vestidos muy cortos.
- ¿Una consulta?-
Pensó sobre qué podría consultarle, sin que se le ocurra nada, preguntando lo primero que se le vino a la mente, riendo un poco al decirlo.
-Puedo preguntar si... uhm... ¿Sos hombre?-
Miraba de nuevo sus piernas, notándolas muy femeninas, pero algo le decía que quizás no era lo que parecía. Subió su mirada hasta su rostro, sonriendo al ver como jugaba con la lapicera entre sus labios, dejando de hacerlo cuando formuló su pregunta.

Al escuchar su pregunta reia por dentro, aunque mi rostro no lo demostraba.
-Soy Hombre, la realidad es que cuando quiero me visto de mujer y cuando quiero de hombre es asi de simple
Mira al pasiente de una manera algo desafiante, pensando si intentaba ofenderlo o gastarle una broma.
-Algo mas?....
Le responde recostandose en el respaldar de la silla y estirando sus piernas

Sin responderle me senté en una especie de mesa que había en el consultorio, aún mirando a mis alrededores.
-¿No te aburrís? Se ve tan aburrido esto...-
Lo miré estirar sus largas piernas y recostarse mejor en el sillón, riendo por lo aburrido que se veía.
-Creo que sí estas aburrido... ¿Tendrás tiempo para algún juego? No te veo hacer mucho...-
Me bajé de la mesa acercándome más a su sillón, sin dejarle responder.
-¿Qué clase de juegos te gustan? Quizá yo podría ser tu enfermera, o podríamos imaginar algo más, hay un enorme mundo de posibilidades con la imaginación ¿No crees?-
Reí divertido ante las ideas que se me ocurrían. Esperando a ver su reacción, apoyando mis manos en uno de los apoya brazos de su sillón mientras ladeaba mi cabeza al mirarlo. estando casi seguro de que aceptaría jugar conmigo antes que aburrirse de tal manera.